La organización de la imperio inca se sostuvo en criterios religiosos y las facultades de los gobernantes tenían carácter sagrado. De ahí que los relatos míticos sobre el origen y expansión del Tahuantinsuyo involucren la participación de los dioses y personajes favorecidos por estos. Las leyendas mas conocidas recogidas por los cronistas son las de los hermano Ayar y Manco Capac y Mama Ocllo.
1. La leyenda de los hermanos Ayar
Cuenta la leyenda que de una cueva del cerro Tamputoco salieron cuatro hermanos con sus esposas: Ayar Manco y Mama Ocllo; Ayar Cachi y Mama Cora; Ayar Uchu y Mama Rahua y Ayar Auca y Mama Huaco.
Se dirigieron al noreste buscando tierras fértiles. En el trayecto, Ayar Cachi fue engañado y regresado a la cueva, donde quedó encerrado. Los demás continuaron su camino hasta que llegaron al cerro Huanacaure. Aquí encontraron un ídolo de piedra y cuando Ayar Uchu se sentó encima quedó petrificado. El resto bajó al valle de río Huatanay, pero Ayar Auca se adelantó y al llegar quedó convertido en piedra. En este lugar Ayar Manco fundó el Cusco (Capital de los Incas) y construyó un templo al dios Sol, al que llamó Inticancha.
2. La leyenda de Manco Capac y Mamá Ocllo
Leyenda recopilada por el Inca Garcilaso de la Vega y que explica la fundación del Cusco a través de la historia de una pareja: Manco Cápac y Mama Ocllo, salidos del Lago Titicaca y enviados por el dios Sol, con la finalidad de fundar una ciudad que será el centro del gran Imperio Incaico. El Sol le entrega a Manco Cápac una barreta de oro y le indica que donde se hundiera la barreta sería el lugar propicio para fundar el Cusco. Después de caminar cuarenta días, la barreta se hunde en el cerro Huanacaure y es allí donde se funda la mencionada ciudad.